martes, 13 de marzo de 2012

Plegaria del Árbol





Tu que levantas contra mi tu brazo armado, antes de hacerme mal ¡Reflexiona!
Dios me ayuda a crecer sin molestarte. Soy la sombra amiga que te protege del sol. Mis flores y frutos sirven a tu recreo. El bosque en que vivo es fuente de salud, deleite y belleza.
Cuando vendes mi madera remedias apuros. Soy la hucha de tus ahorros.
Mis hojas dan esquilmo para tu ganado y abono para tus campos.
Cuando me podes no me mutiles. Hazlo con cariño y con inteligencia, no busques solo mi leña. El papel de tu periódico sale del árbol y también puedo vestirte.
Soy la viga que soporta el techo de tu casa. Las tablas de tu mesa, y la cama en que descansas. Cuando mueras en forma de ataúd, seguirás necesitándome.
Soy el mango de tus herramientas, con mis ramas enciendo tu hogar y cueces pan.
¡Tengo horror al fuego! Soy tu más fiel y mejor amigo. Si me amas como merezco. ¡Defiéndeme!






A. González






El autor del texto, el doctor Avelino González (Pixueto que vivio entre 1894 y 1978 fue impulsor y directo de la Escuela Provincial de PueriCultura de Gijón) quiso exponer la plegaria de un árbol. Explicando lo útil que puede ser su madera, entre muchos de sus recursos y de que es aun más importante protegerle de los peligros, sin olvidar que si vas a podarlo o hacer algún corte en el, lo hagas siempre con cuidado y con conocimiento.

1 comentario:

  1. tantas veces que he visitado el parque y nunca me di cuenta de este escrito, me alegro que alguien se de cuenta y lo publique aver si asi aprendemos a tratar mejor la naturaleza.

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